Paco Rengel, malagueño, periodista por la vía del intrusismo, accedió a una Redacción como contraataque diseñado por Pedro Ferrándiz. Consiguió un triple cuando recibió el Quijote de Plata de manos del mito. Le impusieron el Escudo de Oro de la Asociación de Clubes de Baloncesto para contar canastas durante un cuarto de siglo y su vida siempre ha girado alrededor de los tiempos muertos. Con "ADN" aprovechó una asistencia que le dio el destino para presumir de que, por fin había escrito algo publicable.